

Si una persona ha sido víctima de abuso sexual o está en proceso de denunciarlo, la figura del Psicólogo Forense es fundamental. Es un experto que no solo acompaña, sino que se encarga de traducir el trauma y las secuelas psicológicas en evidencia técnica y científica para el sistema judicial.
Mucha gente confunde al psicólogo forense con un terapeuta, pero su rol es muy distinto: él no ofrece terapia; su misión es auxiliar a la justicia para que se tomen decisiones informadas y justas.
Evaluación del Daño Psíquico (Las Secuelas)
El perito se centra en identificar y medir las heridas invisibles que deja el abuso. Esto incluye:
- Valoración del daño psíquico: Determina si la víctima presenta secuelas psicológicas compatibles con el hecho traumático, como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) , depresión, ansiedad crónica o disociación.
- Análisis del Nexo Causal: Es crucial establecer que el daño psicológico es consecuencia directa y verificable del abuso sexual denunciado. Esto ayuda al juez a cuantificar el daño moral y las posibles indemnizaciones.
- Evaluación de Factores de Vulnerabilidad: En casos de menores o adultos con discapacidad, el perito analiza si sus condiciones preexistentes (edad, madurez, déficit cognitivo) aumentan su vulnerabilidad o pueden influir en la forma en que narran los hechos.
Valoración Rigurosa del Testimonio (Credibilidad del Relato)
Esta es quizás la función más delicada. El perito no determina si el abuso ocurrió (eso lo hace el juez), sino que analiza la calidad psicológica del relato para descartar influencias, fabulaciones o distorsiones.
- Capacidad Testifical: Evalúa si la víctima (especialmente el menor) tiene la madurez cognitiva para percibir correctamente los hechos, recordarlos y contarlos de manera coherente.
- Análisis de la Calidad del Contenido: Utiliza herramientas especializadas (como el Statement Validity Analysis – SVA ) para buscar en el relato detalles y características psicológicas típicas de una experiencia vivida (riqueza de detalles sensoriales, contenidos auto-desfavorables, correcciones espontáneas, etc.).
- Detección de Sugestión o Inducción: Es vital identificar si la víctima pudo haber sido influenciada o «entrenada» por terceros (familiares, abogados, etc.) para narrar el evento.
Las Actividades Clave para el Dictamen
Para lograr este análisis profundo, el psicólogo forense ejecuta varias actividades detalladas que garantizan el rigor de su informe:
- Entrevista Forense Especializada: En el caso de menores, esta se realiza semanalmente en una Cámara Gesell (entrevista única y grabada), siguiendo protocolos estrictos para evitar la revictimización y preservar la pureza del testimonio.
- Administración de Pruebas Psicológicas: Utiliza instrumentos científicos validados para medir el nivel de trauma, psicopatología y la posible existencia de simulación (intentos de fingir o exagerar síntomas).
- Estudio del Expediente Judicial: Revisa todos los informes y denuncias para comprender el contexto legal y las versiones contradictorias.
- Integración de Resultados: Contrasta la información obtenida en la entrevista con los resultados de las pruebas y la documentación legal, formulando una conclusión técnica sobre la compatibilidad del cuadro psicológico con el abuso denunciado.
El Dictamen Pericial final se convierte en la voz técnica de la víctima, proporcionando al tribunal la evidencia psicológica necesaria para tomar una decisión justa y establecer medidas de protección adecuadas.






