

Cuando un caso judicial depende del relato de una persona (un testigo o una víctima), surge una pregunta esencial para el juez: ¿es confiable este testimonio?
Aquí es donde entra el Psicólogo Forense. Su función no es determinar si la persona «dice la verdad» en un sentido moral o legal, sino evaluar la calidad psicológica del relato y si este es compatible con una experiencia vivida. Actúa como un experto que ilumina el proceso judicial sobre los complejos mecanismos de la memoria y la percepción humana
¿Qué es la Valoración del Testimonio?
La valoración del testimonio, o la credibilidad del relato, es el área donde el perito utiliza la ciencia para analizar si la declaración de una persona (especialmente niños, víctimas de trauma o personas con discapacidad) es genuina y libre de manipulación .
El psicólogo se enfoca en dos aspectos clave:
- Capacidad Testifical: ¿Puede la persona, dadas sus condiciones cognitivas (edad, madurez, salud mental), percibir, almacenar y relacionar correctamente un evento?
- Calidad Psicológica del Contenido: ¿La forma en que se narra el evento (los detalles, la estructura) es consistente con la narración de una experiencia real o, por el contrario, parece fabricada o inducida?
Actividades claves en la valoración del testimonio
El dictamen forense en esta área se basa en una metodología científica estandarizada, siendo la más conocida el Análisis de la Validez de la Declaración (SVA) , que incluye el análisis de criterios de contenido (CBCA).
- Análisis Riguroso del Contenido (CBCA)
El perito escucha el testimonio (obtenido bajo protocolos forenses, como la Cámara Gesell) y aplica una batería de criterios psicológicos:
- Riqueza y Calidad de Detalles: Se valora si el relato incluye detalles sensoriales (olores, sonidos), temporales y espaciales. Los relatos fabricados suelen ser vagos y generalistas.
- Contenidos Peculiares: Se buscan elementos que no necesariamente benefician al narrador o que son típicos de experiencias traumáticas, como la descripción de la confusión, la duda o las reacciones secundarias.
- Correcciones espontáneas: Los relatos genuinos a menudo tienen lapsus, olvidos que se corrigen o contradicciones menores. El perito valora esto como un signo de sinceridad, no de mentira.
- Detección de Manipulación y Sugestión
El experto debe descartar que el testimonio sea el resultado de influencias externas, algo crucial en casos de familia conflictiva o abuso.
- Evaluación de Sugestibilidad: Se utilizan pruebas específicas para medir qué tan susceptible es la persona a ser influenciada oa incorporar información falsa en su memoria por preguntas capciosas o presión externa.
- Análisis de Influencia de Terceros: El perito investiga si hubo un «entrenamiento» o una presión indebida por parte de familiares, abogados o terapeutas para que la víctima cuente los hechos de una determinada manera.
- Integración con Factores Psicológicos
El perito no evalúa la credibilidad de forma aislada, sino en el contexto psicológico de la persona.
- Evaluación del Impacto del Trauma: Se relaciona el testimonio con el daño psíquico. Las víctimas de trauma suelen tener lagunas de memoria o desorden en la relación (por disociación o bloqueo), lo cual, paradójicamente, puede reforzar su autenticidad.
- Detección de Simulación: Mediante pruebas estandarizadas, el perito busca indicadores de que la persona podría estar finciendo, exagerando o fabricando la relación para obtener algún beneficio legal.
En resumen, el perito psicólogo forense es el encargado de dar perspectiva científica a la prueba testimonial, ayudando al juez a comprender si el relato es una expresión auténtica de la experiencia del narrador, incluso bajo las complejidades de la memoria humana y el impacto del trauma.





